La primera acta de matrimonio en braille se emitió en Zaragoza Veracruz, la pareja tiene problemas visuales, y se enteraron de este programa que ha implementado el estado y decidieron casarse para tener este documento.
Se trata de Janeth Adriana y Erubiel Ríos, originarios de Jáltipan de Morelos, quienes aprovecharon y también registraron a Adrián, su bebé, quien ahora también cuenta con acta de nacimiento en braille.
Erubiel desde pequeño perdió la vista, y jamás pensó en casarse puesto que creía que nadie se fijaría en él. Su abuela se hizo cargo de él desde pequeño.
Una vez que su abuela muere, decidió emprender su propio negocio, y con una mesita afuera de su casa vendía dulces.
Los años pasaron y un día Janeth Adriana decidió confesarle su amor a aquel vendedor de dulces que tal vez estaba ciego pero que cada día que iba comprar le sacaba muchas risas.
“No tenían tiempo para una pareja, porque embolsaba los dulces, así que creía que nadie se fijaría en mi, me decía, mírate estás ciego”, comenta Erubiel.
Y aunque Adriana no sabe leer ni escribir muy bien, no perdió las esperanzas. Hasta que él le dio el sí.
“Con un dulce de menta me enamoro”, se carcajea Adriana. Así es como decidieron vivir juntos y de ese amor nació Adrián.
Eduardo Izquierdo, oficial de registro civil en Zaragoza, fue quien hoy unió en matrimonio a esta pareja, y este municipio se convierte en el primero del estado en emitir un acta de matrimonio en braille.
“Hoy hacemos la entrega de la primera acta de matrimonio en braille y de igual manera hacemos un acta de registro de nacimiento igual en braille, la pareja que se casa tiene problemas visuales y se le hace entrega de este gran programa y proyecto que el gobierno ha implementado hace tres años”, expresó Eduardo Izquierdo, oficial del registro civil de Zaragoza.
Con esto se garantiza que todas las personas con capacidades diferentes tengan las mismas oportunidades en el sistema registral, ya que el acta contiene todos los datos correctos y se agrega el lenguaje braille.
Hoy Janeth Adriana y Erubiel Ríos ya son esposos ante los ojos de Dios y la sociedad, lo dice el acta de matrimonio.
Adriana también tiene problemas de la vista, ella y su esposo venden juntos dulces. Y aunque cuentan con capacidades diferentes aseguran que Dios los guía en la educación y bienestar de su pequeño Adrián y ese ser supremo cubre todas sus necesidades.
Y tal es así que, cuando iban a realizar el trámite, Francisco Huervo, un empresario de transporte, les pidió le hicieran el honor de ser su padrino, así que hasta comida hubo al terminar la boda civil.
